domingo, 28 de noviembre de 2010

Un pueblo detrás de sus gobernantes

por José Daniel Quesada


Después de la incorporación del Partido de Nicoya a Costa Rica (25 de Julio de 1824) Nicaragua reclamó muchas veces el territorio de lo que hoy es Guanacaste. Luego de la Campaña Nacional de 1856-1857 las relaciones entre ambos países mejoraron. El presidente costarricense, Juan Rafael Mora Porras, aprovechó el momento para lograr un acuerdo sobre los problemáticos límites fronterizos. Así, el 15 de abril de 1858, se firmó el tratado de límites Cañas-Jerez, que estableció claramente la frontera entre Costa Rica y Nicaragua, al tiempo que cerró un período de amenaza de guerra limítrofe, iniciado veinte años antes. (Tomado de La Nación Digital - http://wvw.nacion.com/zurqui/laminas/home4.html)

En reiteradas oportunidades hemos visto como los gobiernos de Costa Rica y Nicaragua, se enfrentan en una discusión donde el límite norte de Costa Rica es la discrepancia entre ambos países. Que el Río San Juan, que los mojones que se requieren, que la navegación tica por el río, etc.

Actualmente Costa Rica acusa a Nicaragua de violar la soberanía nacional, en primera instancia recurre a la ONU y luego a la Corte Internacional de la Haya.  Pero que pasa con los pueblos detrás de los gobiernos. Este conflicto levanta las pasiones de los pueblos, por el manipuleo de sus gobernantes, tocan el nacionalismo que tanto "ticos" como "nicas" llevamos dentro.  Es cierto que los costarricenses proclamamos ser un país de paz, declarado durante la presidencia de don Luis Alberto Monge, como un país neutral. Pero cuando nos tocan el nacionalismo, nos olvidamos de los más importante, no es el pueblo de Nicaragua ni el de Costa Rica los que se están enfrentando, sino sus gobiernos. Esto parece más una estrategia de tipo político que otra cosa.

El dragado del río San Juan, violenta los acuerdos del Tratado Cañas-Jerez, pues allí se acordó que este tipo de obras serían comunicadas a Costa Rica previamente, cosa que no sucedió, el daño ambiental causado también es de consideración, el caso es que el gobierno de Costa Rica ya se quejó y nuestra presidenta Laura Chinchilla, ha dicho que no va a recurrir a la violencia y buscará siempre el diálogo. 

Pero, ¿qué de los nicaragüenses que están en Costa Rica? supuestamente, el presidente Nicaragüense ha dicho que, el pueblo de Costa Rica debería de pagarle al de Nicaragua por los trabajadores que nos ha enviado. Cierto que los hermanos nicaragüenses han emigrado de su país por la falta de trabajo, y que han encontrado en Costa Rica una fuente del mismo, pero se les paga por ello.  Claro está que no siempre como se debiera, pero esto es así en cualquier parte del mundo, los ticos que emigran a USA, los mexicanos que también van al país del norte en busca de mejores horizontes. El trabajo duro es lo que hace que puedan surgir. Eso ha pasado acá con los emigrantes nicaragüenses, pero es notorio que están mejor que en su propio país. Tienen seguro social, cosa que en su país es deficiente, se les atiende de gratis en los hospitales y clínicas de la C.C.S.S. (Caja Costarricense de Seguro Social) y remiten a sus familiares dineros que ayudan a sus familias en Nicaragua.

He escuchado a nicaragüenses que son conscientes de esto, declarar que ellos están mil veces mejor en Costa Rica que es Nicaragua y que no quieren regresar, porque allá no hay trabajo.  También he escuchado a otros que al igual que Edén Pastora, se les olvida que les hemos tendido una mano u que es acá donde han logrado comer y vivir y se expresan de manera despectiva de Costa Rica y su pueblo.

Pero no es esto lo que quería comentar en este artículo, ya se me salio el nacionalismo, disculpas.... lo que realmente quiero comentar es lo que nos afecta a los cristianos este ambiente. Reciéntemente "chateaba" con un hermano en la fe, español, que me comentaba lo triste que estaba al leer los comentarios de sus amigos y hermanos cristianos ticos.  El estuvo por varios años en Costa Rica estudiando en un Seminario Bíblico y conoce nuestra idiosincrasia, pero le sorprendió la manera despectiva con que ellos escribían en las redes sociales. 

Los nicaragüenses son nuestros hermanos centroamericanos, y como tales debemos de estimar. Como cristianos debemos recordar las enseñanzas de Jesucristo nuestro Señor, el dijo: "Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente.
Pero yo os digo: No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra;
y al que quiera ponerte a pleito y quitarte la túnica, déjale también la capa;
y a cualquiera que te obligue a llevar carga por una milla, ve con él dos.
Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no se lo rehúses.
Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo.
Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen;
para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos.
Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen también lo mismo los publicanos?
Y si saludáis a vuestros hermanos solamente, ¿qué hacéis de más? ¿No hacen también así los gentiles?
Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto."


Jesucristo nos enseñó que es mediante el Amor manifestado en nosotros, que los demás van a reconocer que somos discípulos de Cristo. Cómo voy a decir que soy cristiano y me expreso con ira o de mal modo de mis hermanos nicaragüenses.  Ante este conflicto entre nuestros gobiernos, pensemos en los pueblos detrás de los gobernantes y no nos dejemos llevar por los presidentes y sus intereses políticos.  Recordemos las palabras del Apóstol Pablo a Timoteo: "Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres; por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad. 
Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador, el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad. I Timoteo 2:1-4

Orar es lo que debemos hacer ante este conflicto, para que Dios tome el control y se resuelva conforme a su Santa y Divina Voluntad.

Dios les bendiga!!!